La atención es uno de los procesos cognitivos básicos, es importante su buen desarrollo, pues influye directamente en los aprendizajes de los niños. Por ello como educadores podemos contribuir a estimular esta capacidad mediante actividades motivadoras, ya desde la etapa de infantil, puesto que los alumnos de educación infantil se encuentran en una etapa evolutiva, en la que esta estimulación resultará efectiva y beneficiosa tanto para esta etapa como para posteriores.
La atención puede entrenarse, podemos estimularla, pero para llevar a efecto cualquier intervención es necesario tener en cuenta algunas pautas que seguidamente os indico:
1. El ambiente donde se realice la intervención debemor procurar que sea tranquilo y libre de distracciones.
2. Que las instrucciones que se dan a los niños sean claras y precisas, intentar mantener el contacto visual para comprovar que han entendido bien las instrucciones.
3. Las actividades no deben realizarse de forma esporádica, deben programarse en sesiones para realizar dos o tres veces por semana o incluso a diario y en durante un periodo no demasiado breve.
4. Las sesiones no deben tener una duración excesiva pues los niños se cansarían y no resultarían efectivas, por ello se aconsejan sesiones de 20 o 30 minutos.
5. Las primeras horas de la mañana son las mejores para realizar este tipo de actividades ya que los niños se encuentran más descansados y receptivos.
Entre las clasificaciones que podemos hacer de los tipos de atención, según la modalidad sensorial preferente, tenemos la atención visual, la atención auditiva y la atención kinestésica, que es la clasificación que he utilizado para etiquetar las actividades que os voy dejando en la pestaña actividades.
Si quereis más información sobre la atención y estudios relacionados podeis encontrarlos en la pestaña artículos y publicaciones.
La atención puede entrenarse, podemos estimularla, pero para llevar a efecto cualquier intervención es necesario tener en cuenta algunas pautas que seguidamente os indico:
1. El ambiente donde se realice la intervención debemor procurar que sea tranquilo y libre de distracciones.
2. Que las instrucciones que se dan a los niños sean claras y precisas, intentar mantener el contacto visual para comprovar que han entendido bien las instrucciones.
3. Las actividades no deben realizarse de forma esporádica, deben programarse en sesiones para realizar dos o tres veces por semana o incluso a diario y en durante un periodo no demasiado breve.
4. Las sesiones no deben tener una duración excesiva pues los niños se cansarían y no resultarían efectivas, por ello se aconsejan sesiones de 20 o 30 minutos.
5. Las primeras horas de la mañana son las mejores para realizar este tipo de actividades ya que los niños se encuentran más descansados y receptivos.
Entre las clasificaciones que podemos hacer de los tipos de atención, según la modalidad sensorial preferente, tenemos la atención visual, la atención auditiva y la atención kinestésica, que es la clasificación que he utilizado para etiquetar las actividades que os voy dejando en la pestaña actividades.
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